En nuestro mar amniótico

Sucede que, cuando menos lo esperamos tres palabras son capaces de acabar con millones de ilusiones. Tres palabras son suficientes para apagar todos los colores de la tierra y enseñarte el lado oscuro de la vida. Tres palabras que ponen fin a una dulce espera, y rompen tu alma en mil pedazos. tres palabras que matan un futuro y te dejan maniatada ante el devastador dolor que siente una madre cuando escucha las fátidicas palabras : No hay latido.

El papá se sienta, mientras ambos tenéis mil preguntas paseándose sin sentido por vuestra masa de materia gris, ¿No hay latido? ¿Por qué? ¿No funciona el aparato? ¿Eres nueva? ¿No lo encuentras? pero su cara te va poniendo en lo peor, y empiezas a comprender que ocurre. Se para el tiempo a tu alrededor, el corazón se acelera, una mezcla indescriptible de sentimientos se apodera de vosotros, empezais a entender que vuestro bebé a muerto.

lloras, solo lloras, únicamente lloras, no puedes hacer otra cosa que llorar y NADIE parece comprender que te pasa.

- Sois muy jóvenes, ya tendréis más ( INHUMANO , en ese momento te da igual si eres joven, viejo, si vas a tener 20 hijos o ninguno, solo sabes que tu bebé, ese al que tenias dentro no está)

- Piensa que a lo mejor venia mal, la naturaleza es sabia ( Alguien cree que es lógico decirle a una madre eso? es como si alguien que pierde un hijo de niño le dijeras que va a ser drogadicto, pero para la gente eso que tenias ahí dentro no era tu hijo)

- Aun no había nacido ( A los hijos no se les quiere por su tamaño, da igual que sea alto o baito, le querrás igual en ambos casos, que os hace pensar que por medir 10 cm le quería menos?j

- No estés así (Si quieres doy saltos de alegría)

- No llores más (Lloraré lo que necesite)

y así podría seguir escribiendo tonterías que la gente dice, por que esto de que hablemos por que tenemos boca, es absurdo. Cuando entendeis que no era nuestras masa de celulas, si no nuestro hijo, nuestra ilusión, nuestro proyecto de futuro, nuestro anhelo, nuestros sueño, nuestro bebé, quizá cambie vuestra filosofía.

Dicen, que no tienes nada que decir mejor que el silencio, no hables.

Para mi mí bebé estaba vivo, en su etapa acuática, en nuestro mar amniótico, en la tarea más difícil de su vida, formándose, y por ello no veo raro llorar, sentirme triste y vacía, ni echar en falta tocarme la tripita y hablarle, por que todas las madres que pierden un hijo, necesitan un duelo y para esto nace este blog, para superar el mio y quien sabe si ayudar a otras mamás.

En fin, se te echa de menos renacuajo, papi y yo te queríamos desde que supimos de tu existencia y jamás te olvidaremos, hemos comprado un osito, en señal de tu recuerdo, para materializar tu presencia en la tierra y en nuestros corazones durante estas semanas tan maravillosas en las que nos has echo inmensamente felices.

El amor, no se mide por el tiempo, si no por la intensidad del sentimiento.